Cuidemos el planeta para las generaciones futuras.

Es innegable que estamos sufriendo un calor sin precedentes y mientras sigamos quemando combustibles fósiles, las temperaturas continuarán aumentando significativamente. Aun así, tenemos un margen para actuar y frenar estas emisiones.

Entre los objetivos de Desarrollo Sostenibles de la Agenda 2030, se encuentra el Objetivo número siete “Energía Asequible y no contaminante”, para garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna. La forma en la que generamos y consumimos  energía es clave para la humanidad.

Las energías renovables son aquellas que se obtienen de fuentes naturales como el viento, la luz solar, el agua, el calor geotérmico, las mareas o a través de procesos de combustión de materia orgánica (biomasa). La utilización de esta clase de energía es primordial para disminuir las emisiones de CO2 y de esta forma frenar la grave crisis climática a la que nos enfrentamos.

Como respuesta a esta crisis, el Parlamento y el Consejo alcanzaron en el mes de marzo un acuerdo para impulsar las energías renovables, con el fin de, entre otros:

-      Acelerar los procedimientos de concesión permisos para los proyectos de implantación de energía renovables.

-      Potenciar la energía renovable marina, como puede ser:

1.    La energía solar flotante.

2.    Incrementar los parques eólicos marinos.

3.    Aprovechar la energía de las olas y de las mareas.

4.    El uso de algas para producir biocombustibles.

-      Fomentar el uso combustible alternativos. Teniendo en cuenta que el transporte por carretera representa alrededor de la quinta parte de las emisiones de carbono de la UE, resulta de vital importancia que estos combustibles fósiles se sustituyan lo antes posible por combustibles renovables y bajos en carbono, como pueden ser los de biomasa, los sintéticos y los paranínficos.

Con la expansión de las energías renovables se pretenden que antes del 2030 el 42,5% proceda de fuentes verdes. Estamos de acuerdo que cambiar la forma de generar electricidad es fundamental para la protección del clima.

Una de las principales fuentes de energía renovable es la energía térmica, que obtenemos a través de fuentes naturales e inagotables, que generan calor, como puede ser el aire o la tierra. Este proceso se realiza utilizando bombas de calor que toman el aire del exterior y extraen el calor comprimiéndolo para calentarlo y hacer que circule (Aerotermia o geotermia). Se utiliza para la climatización de interiores y agua caliente sanitaria.

Cuando hablamos de la Industria, las nuevas formas de generar vapor desempeñan un papel importante en el logro de los objetivos climáticos, ya que la generación a gran escala de este vapor es fundamental para crear productos que se suministran en todos los sectores, como la construcción, la agricultura, entre otros. En la actualidad, la mitad del vapor es producido por las centrales eléctricas convencionales de combustibles fósiles que producen emisiones de CO2.

Estas bombas de calor son consideradas como una herramienta esencial en la descarbonización, puesto que sustituyen el consumo de energía fósil por un accionamiento eléctrico. Si nuestra electricidad es 100% renovable, entonces conseguiremos que nuestra producción térmica esté libre de emisiones.

Otro de los retos es que las construcciones estén bien aisladas, ya que de esta forma se reduce la cantidad de energía necesaria para la calefacción y la refrigeración, pero también, es de vital importancia que los materiales que se utilizan en la construcción sean 100% renovables como puede ser la bionafta o biomentano, ambos derivados de residuos orgánicos, cultivos o aceites vegetales.

El modelo económico actual, basado en la industrialización, ha perjudicado gravemente al Planeta. Ante este problema, la descarbonización es indispensable para poder asegurar nuestra subsistencia, por este motivo, hay que transformar los procesos productivos, adaptar la forma en la que nos relacionamos con el Medio Ambiente, la manera de desplazarnos y como construimos.

Podemos decir que cada vez son más las personas concienciadas con salvar el Planeta, utilizando energía solar a través de placas fotovoltaicas o energías térmicas renovables como pueden ser aerotermia, geotermia, hidrotermia o placas solares térmicas.

Estos avances se han visto reforzados con las ayudas que el Gobierno de España en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia tiene en marcha, potenciado además con una serie de bonificaciones fiscales como puede ser la reducción del I.B.I.

 Aun así, no debemos olvidar que es imprescindible acelerar el paso hacia las metas de 2030, con la reducción de emisiones de CO2, aumentado el consumo de renovables e impulsando la economía circular a nivel mundial, solo con estas actuaciones llegaremos a la meta de cero emisiones para el 2050.